Peor dia de mi vida

15:00:00

Hoy creo que ha sido el peor día de mi vida, sin ninguna duda, pero cuando me desperté a las 6 de la mañana aún no podía ni imaginarme todo lo que me iba a pasar.

Día 20 de diciembre, la fecha que tanto ansiaba. Ya había llegado ese día, estaba aquí, son las 6 de la mañana y no puedo parar de mirar cómo suena la alarma anunciando que me tengo que levantar y dirigir al aeropuerto para volver a España por navidad. Me levanto, nos vestimos Irene, mi compañera de piso, y yo, salimos de casa sin desayunar porque es demasiado pronto pero no importa porque habíamos comprado croissants, llegamos a la estación central de trenes 15 minutos antes de lo previsto, vamos genial. Cogemos el tren a las 7:15 que nos dejaría en el aeropuerto a las 8:05 y así tener tiempo para embarcar a las 8:55 y que el avión despegase a las 9:25 pero todavía no sabíamos que nunca llegaría ese momento.
Nos montamos en el tren, diez minutos, veinte, treinta, la siguiente parada es la nuestra, quedan 800 metros para llegar a la estación de Modlin cuando de repente se para el tren, deja de sonar el motor, se apagan las pantallas, las luces y nos quedamos parados. Cualquiera como nosotros pensaría que se ha parado para dejar pasar a otro tren o cualquier cosa, diez minutos, veinte, treinta, pasan 4 trenes en los dos sentidos por nuestro lado, cuarenta, no vamos a llegar si no se retrasa el vuelo. Arranca el tren, no hay que preocuparse si total solo llevamos 40 minutos metidos en un tren parado y apagado sin que nos dejen salir de él, vamos a perder el avión que nos lleva a Bruselas para coger otro avión dirección Madrid, pero que ¡NO CUNDA EL PANICO!
Ya solo quedan 200 metros para la estación de Modlin cuando se vuelve a parar, diez minutos, veinte, vuelve a arrancar, la hora de ventaja que llevábamos sobre el embarque del avión la habíamos perdido ya, corremos por la estación, cogemos un taxi que nos acerque al aeropuerto, el señor muy amable va a 100km/h por rotondas y tarda literalmente 2 minutos, hemos llegado.
Corremos dentro del aeropuerto, una cola kilométrica en el control de seguridad, cuando nos toca nos dicen que el avión vamos a perderlo y que nos van a quitar todas las colas para que lleguemos, pasamos el control corriendo mientras una azafata nos regaña para que corramos más, cuando conseguimos pasar el control medio desnudos sin abrochar el cinturón ni nada, nos mira la chica fijamente y nos dice: “lo habéis perdido, por favor salgan fuera del control ya que no van a coger ningún vuelo” y así como una patada, codazo o cuchillada nos lo suelta, no teníamos vuelo a Bruselas y por tanto no cogeríamos nunca el que nos llevaría a Madrid.

Salimos del control perdidos, desorientados, sin saber qué hacer, con la peor sensación que haya podido sentir jamás, todo el mundo por WhatsApp deseándonos buen vuelo y solo podíamos contestar “no lo hemos cogido”
Tras un momento de caos, llantos, enfados, llamadas a nuestros padres y cargados de maletas dispuestos a irnos de Varsovia, finalmente hemos tenido que comprar OTRO vuelo, por lo menos directo a Madrid y con asiento en ventanilla, por la friolera de 117€, solo ida, sin sumar los dos vuelos perdidos, no tenemos nada qué hacer así qué lo cogemos porque aun así era el más barato de esta semana, que ya pensábamos viajar otro día...

Volvemos a pasar el control, ya nos conocemos a los de seguridad y se gastan bromas con nosotros las cuales ni entendemos en polaco ni queríamos reírnos debido al enfado por la impotencia que teníamos. Después simplemente desayunamos a las 10 de la mañana que aún no lo habíamos hecho y esperamos a embarcar en el avión.

Ahora aquí estoy, escribiendo esto intentando no pensarlo mucho en mitad del vuelo que he tenido que comprar debido a un tren parado una hora entera sin dejarnos salir de él y sin ni siquiera decirnos qué pasa y por eso perder el vuelo que no fueron capaces de esperarnos ni 10 minutos…

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